miércoles, 16 de mayo de 2012

Aprendiendo A Quererse A Si Mismo

Quererse a sí mismo es quizás el hecho más importante que garantiza nuestra supervivencia en un mundo complejo y cada vez más difícil de sobrellevar. 

Curiosamente, nuestra cultura y educación se orientan a sancionar el quererse demasiado. Hay épocas para el amor y decretos sobre lo que es de buen gusto y de mal gusto. Si decides felicitarte dándote un beso, posiblemente las personas que te rodean (incluso el psicólogo de turno) evaluarán tu conducta como ridícula, narcisa o pedante. Es mal visto que nos demos demasiado tiempo, nos contemplamos o nos auto elogiamos, se nos reprende: “Todos los excesos son malos”, se nos dice. 

Discutible, Algunos excesos nos recuerdan que estamos vivos. Nuestra civilización intenta inculcar principios como el respeto al ser humano, el sacrificio, el altruismo, la expresión de amor, el buen trato, la comunicación, etc., pero estos principios están dirigidos al cuidado de otros humanos.

El auto-respeto, el auto-amor, la auto-confianza y la auto-comunicación no suelen tenerse en cuenta. Más aún, se considera de mal gusto el quererse demasiado. Si una persona es amigable, expresiva, cariñosa y piensa más en los otros que en ella misma, es evaluada excelentemente: su calificativo es el de “querida”. 

Si alguien disimula sus virtudes, niega o le resta importancia a sus logros, es decir, se auto castiga, ¡es halagado y aceptado! No sólo rechazamos la auto aceptación honesta y franca, sino que promulgamos y reforzamos la negación de nuestras virtudes. Absurdamente, las virtudes pueden mostrarse pero no verbalizarse.

Esta política de no hablar bien de uno mismo en público, de no ser exagerado en auto-recompensarse, de no darse mucho gusto, de disimular, de gran modestia, etc., termina por convertirse en un valor del que hacemos uso con demasiada frecuencia. 

Si el ser humano merece el respeto que se promulga por ser algo especial, eso debe hacerse extensivo a tu propia persona. Por evitar caer en la pedantería insufrible del sabelotodo, hemos caído en la modestia autodestructiva de la negación de nuestras virtudes. Por no ser derrochadores, somos mezquinos. Los psicólogos clínicos dicen que este estilo de excesiva moderación hacia uno mismo. Es el caldo de cultivo de la tan conocida y temida depresión. Tienes el derecho a quererte y a no sentirte culpable por ello, a disponer de tu tiempo, a descubrir tus gustos, a mimarte, a cuidarte y a elegir.

Desgraciadamente, nuestra estructura mental se va formando más sobre la base de la evaluación ajena que en la autoevaluación, y nos hacemos víctimas de nuestro propio invento. La auto insensibilidad nos ha hecho olvidar aquellas épocas de la niñez cuando todo era impactante y gratificante.

Estamos demasiado orientados “hacia afuera” (buscando la aprobación de los demás) y no gastamos el tiempo suficiente en auto halagarnos y en gustarnos. Nuestro sistema de socialización se ha orientado más a prevenir los excesos afectivos, conocidos por los especialistas como “manías” (autoestima inflada, demasiada confianza, etc.), que a los estados de tristeza y depresión causados por inseguridad, auto-imagen y auto-concepto negativo. La suficiencia y la seguridad excesiva  producen molestias. La inseguridad produce lástima. Por lo general, las personas tendemos a tomar partido por el más débil.

La inmunidad al flagelo de la depresión sólo se logra si aprendes a quererte. Como las mejores cosas, necesitas un trato especial. No puedes permitir que se te lastime, ni darte el lujo de autodestruirte estúpidamente. Desde pequeños nos enseñan conductas de auto cuidado personal: lavarnos los dientes, bañarnos, cortarnos las uñas, comer, controlar esfínteres y vestirnos. ¿Pero qué hay del auto cuidado y de la higiene mental? No se nos enseña a querernos, a gustarnos, a contemplarnos y a confiar en nosotros mismos. Además, aunque algunos padres tenemos esto como una aspiración, carecemos de procedimientos adecuados de enseñanza. Tampoco se nos enseña a enseñar.

La imagen que tienes de ti mismo no es heredada o genéticamente transmitida. Tal como se desprende de lo dicho hasta ahora, es aprendida. El cerebro humano cuenta con un sistema de procesamiento de la información que permite almacenar un número prácticamente infinito de datos. Esa información, que hemos almacenado en la experiencia social, se guarda en la memoria a largo plazo en forma de creencias y teorías.

De esta manera poseemos información de cosas u objetos, el significado de palabras, situaciones, tipos de personas, actividades sociales, etc. Este conocimiento del mundo, equivocado o no, permite predecir, anticipar y prepararse para enfrentar lo que vaya a suceder. Por ejemplo, si conoces a una persona que dice ser racista y miembro activo del Ku Klux Klan, puedes predecir cómo pensará y actuará frente a determinadas situaciones. Podrías anticipar su comportamiento ante una persona de color, lo que opina sobre el racismo y su posición frente a las tradiciones.

Así como construyes una representación interna del mundo que te rodea, también construyes teorías y conceptos sobre ti mismo. La relación que estableces con el mundo no sólo te permite conocer el ambiente, sino también tu comportamiento frente a él. Estas experiencias de contacto con personas (amigos, padres, maestros) y cosas de tu universo material inmediato desarrollan una idea de cómo eres en realidad.

Puedes pensar que eres torpe, feo, interesante, inteligente o malo. Cada uno de estos calificativos son el resultado de una historia previa, donde has ido gestando una “teoría” sobre ti mismo. Si crees ser un perdedor, no intentarás ganar. Te dirás: “Para qué intentarlo, yo no puedo ganar” o “es imposible cambiar” o “no valgo nada”.

En resumen, lo que piensas y sientes acerca de ti mismo es aprendido y almacenado en forma de teorías llamadas auto esquemas. Hay auto esquemas positivos y negativos. Los primeros te llevarán a estimarte, los segundos, a odiarte.

Nadie contempla y cuida una persona que odia. De manera similar, si la visión que tienes de ti es negativa, no te expresarás afecto, pues no creerás merecerlo. Si tu auto esquema es positivo y no lo alimentas, se desvanecerá. Algunas personas, en lugar de felicitarse, disimulan su alegría con un parco flemático: “No es nada” o “era mi deber”. La negación del reconocimiento personal es una forma de autodestrucción.

Pese a que los auto esquemas negativos pueden destruirnos, los humanos mostramos la inexplicable tendencia a conservarlos y alimentarlos. La extraña conducta de mantener los auto esquemas a toda costa puede ser mortal para tu salud mental. Las personas depresivas, por ejemplo, muestran esta tendencia a confirmar lo malo. Si se consideran feas, descuidan su figura para corroborar así su fealdad; si piensan que son poco inteligentes, fracasan en los exámenes; si creen ser víctimas, juegan el papel de mártires o buscan el castigo; etc.

Si tu auto esquema está irracionalmente estructurado, distorsionarás la realidad. Te sentirás estúpido pese a ser inteligente, horripilante sin serlo, incapaz siendo capaz y, finalmente, intentarás castigarte por no creerte merecedor de una felicitación.

Un aspecto interesante para señalar es que las personas con problemas de auto aceptación son demasiado “duras” con la autocrítica y “blandas” cuando critican a otra gente. En cambio, los sujetos que muestran una buena autoestima se protegen siendo más bien suaves a la hora de autoevaluarse.

Un acto de suficiencia en beneficio propio. ¿Quién dijo que debíamos ser objetivos las veinticuatro horas” De ninguna manera estoy sosteniendo una actitud compulsiva a engañarse a sí mismo. Simplemente, pienso que a veces “hacer la vista gorda” frente a pequeños e insignificantes errores o defectos personales es útil para la salud mental. 

Es preferible una posición optimista de leve sobreestimación, a una actitud desgarradoramente pesimista con uno mismo y una actitud positiva para con otros. El amor empieza por casa.

“Ten el valor de equivocarte”

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Abrazo grande para todos…


viernes, 11 de mayo de 2012

¿Cómo seleccionar "LA MEJOR" oportunidad?


Cada vez que vemos un anuncio o alguien nos presenta su negocio, casi  siempre lo hacen refiriéndose como el "mejor" de todos. No existe "El Mejor Negocio".  Seguramente podrás encontrar la "Mejor Oportunidad de Negocio para ti", pero no significa que sea la mejor alternativa para todo el mundo.

Por ejemplo: podría recomendarte lo que PARA MI es una de las Mejores Oportunidad de Negocio en la que cualquier persona podría alcanzar ingresos en miles de dólares mensuales, pero no todos están dispuestos a pasar por los retos que ello implica, ya que NO son niveles de ganancias que se alcancen de un día a otro, lleva tiempo, esfuerzo, es necesario capacitarse, trabajar de manera constante y perseverante.

Como bien dice uno de los grandes filósofos de negocio... "Si quieres obtener mejores resultados, TÚ debes mejorar" – Jim Rohn.
 
Lo que Sí deberías tener en cuenta al momento de elegir cualquier Oportunidad de Negocio en la Red son los siguientes puntos:
  • Comprobar que es una Empresa establecida, con referencias comprobables o al menos puedas conocer quienes son sus responsables y/o directivos.
  • Toda Empresa seria debe brindarte sus datos de contacto, tales como: Domicilio legal, e-mail, teléfono de contacto, etc.
  • Que su producto o servicio sea de gran calidad y alta demanda. Si es de renovación, mejor aún, estos son los que producen los Ingresos Residuales.
  • Quizás la primera pregunta que deberías hacerte es: ¿Sería yo un cliente de esta Empresa?, ¿Compraría su producto o servicio?
  • La tarea de un Networker es principalmente la de RECOMENDAR el producto o servicio de la empresa, por ello es necesario comprobarlo uno mismo, ya que si éste no fuera de gran calidad, sería muy difícil poder transmitir la "Emoción" y tener la "Actitud" correcta que es necesaria a la hora de recomendar un Producto, Servicio y/o Oportunidad de Negocio. 
  • Que cuente con un sistema efectivo de Soporte para Clientes y Distribuidores / Afiliados, donde las respuestas a las consultas o pedidos no demoren varios días o semanas incluso. Lo ideal es que un buen servicio de atención te envíe respuesta a tus consultas o pedidos dentro de las 24 horas y no más de 48 hs., que ya es demasiado en Internet.
  • Es más fácil discernir que pensar, entonces pregúntate a ti mismo... ¿Es la compañía financieramente estable y ha soportado el paso del tiempo? 
  • La empresa debería contar con testimonios de Clientes y Distribuidores / afiliados, en los que incluyan los datos y foto de quienes brindan su testimonio (Es más creíble).
  • Comisiones desde un 10% sobre las ventas directas y comisiones sobre las ventas de las personas que incorpores al negocio en los distintos niveles. 
  • Asegurarte de que recibirás tus comisiones en las fechas o plazos establecidos y que los medios de cobros que te ofrezcan sean viables para ti.
  • Recuerda siempre leer los Términos y Condiciones de Uso o Contratación.
Estos son puntos importantes que tendrías que tener en cuenta al momento de analizar cualquier oportunidad de negocio en la red.

Conclusión: Principalmente debes asegurarte de que te estás uniendo a una empresa confiable, donde tus expectativas estén colmadas inclusive antes de iniciar el negocio.

Estamos en www.jorgequilcate.com
 
Abrazo grande para todos…