Cada día que pasa, la mujer tiene más
presencia en el mundo laboral, de los negocios, las finanzas, la política, etc.
competiendo directamente en posiciones que antes eran ocupadas exclusivamente
por el hombre.
Sin embargo, han surgido diferentes
corrientes sobre este nuevo modo de participación o rol más activo de la mujer.
Si una mujer no estudia y termina una
carrera profesional ¿no es valorada en la sociedad?
Y si estudia una carrera y si
posterga su maternidad en pos de abrirse camino en un mercado laboral
inclemente, competitivo y dominado casi siempre por los hombres ¿es una mala
madre?
Y si cuando llega a ser madre decide
dejar de trabajar para ocuparse de sus hijos ¿tiró al tacho sus años de estudio
y su profesión?
¿Y qué pasa cuando la maternidad se
combina con una vida laboral activa ya sea por necesidades económicas o lograr
la satisfacción personal?
El rol de las mujeres está cambiando
velozmente. Distante está ya el tiempo en que la principal misión del hombre se
centraba en cuidar y proteger a la “portadora de vida” con el fin de perpetuar
la especie. Las necesidades de las mujeres hoy en día, ya sea a nivel familiar,
personal, social, cultural, evolutivo, etc., están en constante cambio y sólo
dependen de ellas mismas, de su decisión y coraje para satisfacerlas.
Desde este blog deseo hacer un
llamado a todas las mujeres del mundo y comunicarles que la persona más
importante en su vida son ellas mismas, y son la única persona a la que le tiene
que rendir cuentas. No importa lo que los demás esperemos de ustedes, escuchen a
su corazón, hagan lo que realmente desean, sin miedo a equivocarse, porque sus
deseos nunca serán incorrectos.
Mucho se ha hablado y escrito acerca
de la mujer y sus roles: sea este como madre o como profesional. Pero cada mujer
es distinta y es dueña de sí misma.
Si su corazón decide que concentren
sus energías en sus hijos, es lo correcto, si por el contrario, deciden retrasar
ser mamá (o no serlo) y prefieren desarrollar una vida profesional y laboral que
le otorgue seguridad en sí mismas, realización, o cualquiera que sea su motivo,
es correcto.
Si compaginan trabajo e hijos,
háganlo con alegría, háganlo porque así lo han decidido, procuren que sus hijos
tengan toda la atención necesaria (una ayuda siempre es buena) y disfruten de su
vida, con la seguridad de que sus hijos también la disfrutarán.
Ser mamá no es sinónimo de no ser
exitosa profesionalmente, igual que contar con éxito profesional no quiere decir
que seas una mala madre o que no puedas ser madre. Al contrario, puedes ser todo
lo que decidas ser.
Y para aquellas mujeres que están en
este dilema y su corazón está dividido, recuerden que siempre hay una tercera
opción: el trabajo en casa en el que te desarrollas sin límites
como profesional y con los horarios que te sean apropiados.
Con hijos o sin ellos, lo más
importante es que se realicen como personas. Si para ustedes es importante
trabajar, trabajen. Si lo es tener hijos, ténganlos y si las dos cosas (y
muchísimas otras) son importantes para ustedes conjúguenlas. Nada de lo que su
corazón le dicte está mal, y si ustedes están bien, su entorno y las personas
que forman parte de su vida, también estarán bien.
Mujer eres libre, disfruta y haz
valer esa libertad. Disfruta de tu vida como quieras, es tuya, sólo
disfrútala.
www.jorgequilcate.com
Abrazo grande para
todos…





